LA IMPORTANCIA DEL HUMOR
El Tiempo
16 de diciembre de 2014
En ocasiones y desde los análisis académicos, suele considerarse al humor como algo ciertamente banal, sin importancia, sobre todo cuando este procede de los estratos populares o tiene acogida entre el grueso público, sin embargo hay quienes consideramos al humor como algo muy importante, como esa especie de válvula de escape que sin lugar a dudas sirve a los pueblos y a las personas.
La muerte de Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, como el Chavo o el Chapulín Colorado, lo pone una vez más de relieve.
Este actor cómico mexicano, que se transformó en un referente en toda la América Latina, fue también dramaturgo, productor, escritor, guionista, intérprete, en fin un personaje muy familiar en todos los sectores tanto de su país como de los países latinoamericanos.
El famoso Chespirito, lleno de dichos, de saberes populares, marcó un hito en la televisión latinoamericana y Ecuador no fue la excepción, generaciones y generaciones de niños y jóvenes gozaron con la gracia innata de este personaje, que se ganó el cariño de los espectadores, en sus diversos personajes: el niño eterno, el Chavo del ocho, esa especie de antihéroe con la representación del Chapulín Colorado, el delincuente de buen corazón en El Chómpiras, el doctor Chapatín o Chaparrón Bonaparte.
Con todos esos personajes arrancó carcajadas, estableció estereotipos que nos llevaron a pensar en el drama de los desposeídos sin dejar de mover a la solidaridad, a la risa o a la sonrisa de los millones de espectadores que consiguió a lo largo de su vida.
No es de extrañar que Roberto Gómez B. haya sido comparado a ese otro inmortal mexicano, Mario Moreno, quien con su personaje Cantinflas, también traspasó fronteras y ha ganado la inmortalidad.
La capacidad de enfrentar los dramas con humor, la de arrancar risas a personas de todas las edades, es ese patrimonio común que comparten estos grandes escritores, directores, actores mexicanos que se constituyen también en patrimonio de todo el continente.
Por todo ello podemos concluir que el humor es cosa seria.
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.